Entre el desierto de la Reserva Nacional de Paracas, en Ica, y el mar, existe la denominada “playa roja”. Esta playa es el resultado de la actividad volcánica tras milenarias erupciones que azotaron el Pacífico.

Por ello, se produjo el tipo de arcilla con esta coloración (entre naranja y rojiza) como componente de la arena. De hecho, Paracas es una de las zonas más áridas de la costa del país y sin embargo resulta el paraíso perfecto para el relajo de miles de viajeros atraídos por la inmensidad de “la nada”.

Para llegar a la playa roja, el viajero debe seguir el camino principal de la Reserva de Paras con rumbo a Lagunillas. Así, es necesario contar con un vehículo especial y autorizado, o uno alquilado, para adentrarse en las arenas del desierto hasta llegar a este punto que sorprende a los turistas.

Fuente: diariodelviajero.com