La medida de la cuarentena a nivel nacional a causa de la segunda ola de coronavirus está afectando al turismo peruano, sobre todo en las regiones cuyo índice de contagio ha sido calificado por el Gobierno como “extremo” y “muy alto” donde toda actividad turística se suspende, como en Áncash e Ica, donde se encuentran el Parque Nacional Huascarán y la Reserva Paracas.
La medida fue implementada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la cual también incluye las áreas ubicadas en regiones con riesgo muy alto ante la COVID-19.
En el caso del Parque Nacional Huascarán, ubicado en la región Áncash, este es uno de los destinos de mayor concurrencia de dicha zona; mientras que la Reserva Paracas es uno de los motores económicos más resaltantes de Ica.
Otros cierres temporales a todo tipo de actividad turística en regiones con nivel de contagio extremo y muy alto son:
Apurímac: Santuario Nacional de Ampay.
Junín: Santuario Histórico de Chacamarca, Reserva Nacional de Junín.
Huánuco: Parque Nacional Tingo María.
Ica: Punta San Juan, Islas Ballestas.
Lima: Reserva Nacional de Lachay, Islas Cavinzas, Islotes Palomino.
Pasco: Santuario Nacional de Huayllay.
Arequipa: Santuario Nacional Lagunas de Mejía.
Ayacucho: Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho.
Cusco: Santuario Histórico de Machu Picchu, Parque Nacional del Manu.
Puno: Reserva Nacional del Titicaca.
Tumbes: Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes.
Todas estas áreas naturales protegidas y centros históricos cierran sus puertas, nuevamente, luego que en octubre de 2020 se dispusiera la reanudación del servicio al público tras de siete meses cerradas a causa de la aparición del coronavirus a mediados de marzo del año pasado.
Por otro lado, en las regiones de riesgo alto ante el contagio de la COVID-19 como Piura, Loreto, Lambayeque, San Martín, Ucayali y Madre Dios dichos espacios seguirán recibiendo turistas, pero con un aforo limitado al 50 por ciento.