Durante todo el año, miles de viajeros de todas partes del mundo emprenden el recorrido de los Caminos del inca desde el Cusco para acceder a la ceja de selva, y a los misterios que aún encierra la ciudadela inca de Machu Picchu.
El famoso Camino del Inca que une la ciudad de Cusco con la ciudadela inca de Machu Picchu, es solo una parte mínima y tangencial de la gigantesca red de caminos incas que abarco cerca de 5200 kilómetros entre Quito, Cusco y Tucumán, en Argentina.
El recorrido se inicia en la localidad de Quri Wayrachina (“Venteadero de oro” en quechua), a la altura del kilómetro 88 de la vía férrea Cusco – Quillabamba, y toma entre tres y cuatro días de caminata arribar a Machu Picchu.
En la travesía, que atraviesa una impresionante pendiente altitudinal, con climas y ecosistemas tan variados como la altiplanicie alto andina y los bosques de neblina, se deben superar dos pasos a gran altura.
El mayor de ellos, la Huarmihuañusca, de 4200 metros de altitud, también conocido como “Paso de la Mujer Muerta” y termina con el ingreso a Machu Picchu a través del Inti Puncu o ‘puerta del Sol’.
Asimismo, el turista de aventura encontrará con una exuberante naturaleza, con singulares paisajes, centenares de especies de orquídeas y aves multicolores.