Al pertenecer a la cultura preinca Chachapoyas, La Congona tiene su origen por los años 1100 a 1350 d.C. y es un resto arquitectónico que no tiene aún estudios profundos.

Algunos estudiosos creen por ejemplo, que su ubicación podría tratarse de un fuerte militar, aunque en sí la mayoría de los edificios de la cultura Chachapoyas se caracterizan por estar ubicados en diferentes zonas de difícil acceso; ubicación que bien pueden responder o a un interés de defensa o a la conservación de sus edificaciones antes posibles desastres naturales, como inundaciones a causa de las lloviznas típicas de la zona del Amazonas.

La Congona se encuentra dividida en dos partes. En la primera, en la parte norte se pueden observar al menos 30 construcciones en las que puede observarse un rasgo tradicional de la arquitectura Chachapoyas: la forma circular, junto con la presencia de frisos de formas de olas en su decorado. Esta zona se caracteriza también porque las edificaciones se encuentran parcialmente cubiertas por la vegetación del lugar, como orquídeas, entre otros.

En la parte sur de La Congona se ha podido encontrar un aproximado de 34 estructuras arquitectónicas. En este Complejo también se puede observar una construcción que difiere un tanto de las otras por la forma y los motivos. Se trata de un edificio rectangular de 16 metros en el que se puede observar seis puertas de forma trapezoide.

Esta estructura más bien parecería evidenciar en ella la presencia de la influencia incaica, que posiblemente hubiera sido construida precisamente durante la época de ocupación y dominio de esta cultura sobre el pueblo de los Chachapoyas.

Para poder visitar y conocer los diferentes vestigios de este conjunto habitacional, el viajero deberá salir de Leimebamba y caminar un promedio de dos horas y media en compañía de un guía hasta el lugar, aunque también existe la posibilidad de realizar el viaje sobre el lomo de un animal (comúnmente caballos) lo que aligerará el viaje hasta el Complejo.

Es recomendable que el viajero poco acostumbrado a los climas de esta región peruana opte por acudir a esta zona entre los meses de mayo y octubre, donde el clima es más seco y las lluvias no llegan a magnitudes torrenciales.

Fuente: Turismoi.pe