El 7 de agosto de 2008, en la llamada Batalla de Tsjinval se inició la llamada Guerra de Osetia del Sur, un conflicto armado entre Georgia y las repúblicas separatistas pro-rusas Osetia del Sur y Abjasia, apoyadas por Rusia.
Los primeros enfrentamientos tuvieron lugar debido a que el entonces presidente de Georgia, Mijeíl Saakashvili, ordenó al Ejército de su país recuperar el control de Osetia, independiente de facto desde 1992, pero que el régimen de Tiflis consideraba en rebeldía y como parte de su territorio.
Como parte de los acuerdos de paz de la Guerra Civil Georgiana (1991-1992), tropas rusas entraron en combate contra Georgia, formando un frente junto a los osetos y la república separatista de Abjasia, que enviaron voluntarios.
El entonces presidente de Rusia, Dmitri Medvedev aceptó un plan de paz propuesto por la Unión Europea, que implicaba el retiro de las tropas rusas. Se considera que fue una victoria militar para Rusia, aunque se llegó a un acuerdo de alto el fuego. Se produjeron masacres de ambos lados y Georgia perdió el control sobre amplios territorios.