El viernes 14 de septiembre de 2001, tres días después de los atentados terroristas con los que Al Qaeda derribó el World Trade Center (donde se encontraban las Torres Gemelas), el entonces presidente estadounidense George W. Bush visitó la zona del desastre y supervisó los trabajos que realizaban los bomberos, policías y cuerpos de rescate.

Horas antes, George W. Bush acudió junto a otras autoridades oficiales a la Catedral Nacional de Washington, donde encabezó una jornada de oración y recuerdo en memoria de las 2973 personas que perdieron la vida en los ataques.

Los atentados contra el World Trade Center, en Nueva York, y el ataque contra el Pentágono, en Virginia, dejaron, además, unos 7.000 heridos.

Poco después de los ataques contra Estados Unidos, George W. Bush ordenó la movilización de las tropas de su país hasta Afganistán, iniciándose así la guerra de la nación norteamericana contra el terrorismo.