Cuando pensamos y hablamos de animales salvajes pensamos que siempre serán de esa forma, es su naturaleza y por tal razón merecen respeto y ser tratados con total cuidado, pues si nos exponemos demás puede terminar por ser mortal. Sigue leyendo esta nota del portal . Te invitamos a ver las imágenes.

La realidad es que más allá de su naturaleza salvaje los animales por más imponentes que puedan llegar a ser, también son sensibles, también sienten como nosotros. Obviamente sus formas de expresarlo son diferentes a las nuestras.

Pero te imaginas llegar al punto de tomar una siesta con un animal salvaje que en su estado natural no se lo pensaría 2 veces para ¿volverte su presa?

Para Dolph Volker esto es algo normal y de todos los días. El es voluntario en una fundación para el cuidado de los leopardos y en su trabajo ha formado una amistad inquebrantable con Eden. ¿Qué te pareció la nota?

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