YouTube está lleno de anécdotas. La siguiente narración es un buen ejemplo. Es la historia de una camarera, Melina Salazar, y su cliente más insoportable. Sin importar si llueve, hace sol o amenaza una gran tormenta, la camarera siempre recibe a los clientes con una gran sonrisa.

Esta mujer es una inspiración para todos los que están a su alrededor. Durante 7 años vio cómo un hombre, llamado Walter, iba a comer al restaurante cada día. Pero este comensal de 89 año no era un cliente cualquiera. Gritaba y se quejaba por todo. El hombre creaba un gran revuelo a su alrededor. Esta historia de te la contamos a continuación.

A nadie le gustaba el anciano y nadie lo trataba con cariño y simpatía. Excepto Salazar. Todos los días, durante esos 7 años, trató al anciano con la misma simpatía. Lo recibía con una sonrisa. Le servía la comida con amabilidad. Y siempre que tenía la oportunidad intercambiaba unas palabras con él. Y eso a pesar de que la respuesta de él estaba cargada de mal humor.

Era muy exigente con su comida y era la única que tenía paciencia para atenderlo. “Él era muy antipático, pero yo tuve paciencia con él y lo cuidaba”, cuenta Melina.

Los años fueron pasando y la situación se repetía exactamente igual cuenta el video de .

Los encuentros eran casi terapéuticos para Melina, a quien, a pesar de todo, le gustaba Walter y esperaba el encuentro con el anciano. Pero un día todo cambió. Walter no apareció por el restaurante.

Ella comenzó a buscar en las esquelas de fallecidos de los periódicos locales. Y allí descubrió la triste noticia: Walter había dejado este mundo para siempre.

Al día siguiente un abogado se presentó en el restaurante. Buscaba a Melina. Se sentaron a hablar y el hombre le dijo que durante varios años había escuchado hablar a Walter de la amable camarera, y cómo día tras día esperaba con ilusión su encuentro en el restaurante con ella.

Ella escuchaba con una sonrisa en los labios. Sin embargo, unos segundos más tarde recibía una noticia impactante. Pero el anciano no sólo hablaba de la amabilidad de la camarera, también había decidido dejarle una parte de su herencia, casi 50.000 dólares y un automóvil.

La emocionada mujer no pudo contener las lágrimas cuando el abogado le dio la impactante noticia. Las buenas acciones son recompensadas, a veces de la forma más inesperada. Esta historia es una buena prueba de ello.

Ojalá la historia de Melina nos inspire a todos a ser siempre amables con los demás, quizá no vamos a recibir grandes herencias, pero no se pierde nada y hacemos el mundo un lugar más agradable en el que vivir. ¿Qué te pareció esta nota? Déjanos tu opinión tras ver el siguiente video de .

TAGS RELACIONADOS