Una historia muy particular se popularizó en estos días en las redes sociales, sobre todo en Facebook: ¿Por qué esta atracción turística causa controversia?. Se trata de una curiosa atracción turística, a donde decenas de mujeres llegan todos los días solo para dejar sus sujetadores.

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Todo empezó en 1999, dicen los ciudadanos del valle Cardrona, en Central Otago, Nueva Zelanda. Era una noche de Año Nuevo, cuando cuatro señoritas que regresaban de una fiesta decidieron dejarles un “regalo” a los conductores a un lado de la carretera.

Fue entonces cuando nació “The Cardrona Bra Fence” y hoy hasta una página de Facebook tiene, y es la que precisamente está esparciendo la controversia por las redes sociales.

La página narra que poco a poco cada vez más mujeres llegaban a la zona a dejar sus sostenes colgados en la cerca. Ya no solo son neozelandesas, sino también turistas extranjeras, que a modo de diversión dejan su “regalo” a un lado de vía. Hoy, las vallas son perchas para cientos de kilos de sujetadores.

Sin embargo, no todos en la zona están a favor de este peculiar atractivo del valle. Algunas autoridades han condenado la Bra Fence. Hasta intentos legales se han hecho para que se elimine, pero sin éxito. La misma polémica se ha trasladado al ciberespacio.

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En 2006, el consejo local ordenó que se quitaran las prendas íntimas, pero muchos se negaron y más bien el número de prendas creció enormemente. La cadena alcanzó unos 7 mil 400 sujetadores, algo que se tradujo en 10 mil dólares de ganancia para la caridad.

Un lugareño, llamado John Lee, quien se convirtió en el guardián de la zona, se negó a retirar los sujetadores, indicando que el 90% de las cartas recibidas sobre la Bra Fence fueron positivas y que los sujetadores eran la atracción más fotografiada del área.

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