Rasputín fue uno de los personajes más influyentes de la vida política rusa en tiempos del Zar Nicolás II. Pero el famoso monje asesinado en meses previos a la revolución guardaba un gran secreto que la historia no pudo esconder: el ruso era poseedor del pene más grande del que se tenga registro. Algunos dirán: “¿y?”; pero lo curioso de esta nota es que el “amiguito” de Rasputín se mantiene conservado y puede ser visitado en el Museo Erótico de San Petersburgo.

Para ponernos en contexto, recordemos que Grigori Yefimovich Rasputín, había llegado a ser uno de los hombres más influyentes de la corte del Zar Nicolás II. Ocupó este privilegiado lugar en la corte con sus promesas de cura para la enfermedad del único hijo de los zares, Alexis Nikoláyevich, quien padecía hemofilia.

Muchos eran los rumores de su agitada vida sexual, y su magnetismo con las mujeres de la alta sociedad, que sucumbían ante sus casi 2 metros, su mirada penetrante y ese poder de convencimiento sexual, que aprendió mientras era parte de una secta religiosa en donde las orgías y cosas extrañas eran parte del día a día. Pero también se decía que el “monje loco”- como también se le conocía -, era un hombre muy bien dotado.

Si bien su asesinato aún tiene diversas versiones, las cuales incluyen espionaje, conspiración, celos de un esposo engañado y otras cosas más, se dice que sus asesinos, con el fin de festejar su muerte, le cortaron el pene y lo guardaron como trofeo, luego tiraron el cuerpo al río y después de ser encontrado fue incinerado.

Pues cuenta la leyenda que el miembro permaneció en la clandestinidad hasta 1967 cuando una anciana parisina reveló que lo había guardado durante años en una caja de madera – imaginamos que dentro de un frasco con formol, y con mucho cariño -, el famoso pene. Este fue comprado por el doctor ruso Igor Knyazkin, jefe del Centro de Próstata de la Academia rusa de las Ciencias, quien es dueño del Museo Erótico de San Petersburgo. ¿El costo? 8 mil dólares y venía acompañado de varias cartas escritas por el propio Rasputín.

Los rumores de la época zarista decían que el pene de Rasputín medía originalmente unos 40 centímetros, pero solo se conservan 28.5 centímetros. Dicen que una parte quedó en el cuerpo de Rasputín al momento de la castración, y que otra parte desapareció tras una supuesta mordida producida por un perro. También se le han atribuido poderes milagrosos, entre ellos, sanar a los hombres de la impotencia por el solo hecho de mirarlo una vez.

Pero aunque los encargados del Museo Erótico de San Petersburgo juren y rejuren que el pene es el original, la autenticidad de este miembro – que pueden ver en la galería de la nota – ya ha tenido ‘competencia’, no siendo el único pene atribuido a Rasputín, el más famoso fue aquel que tras estudios se llegó a la conclusión que se trataba de un pepino de mar disecado y que hasta había sido puesto en subasta.

Sea lo que sea – o de quién sea -, el genital de gran tamaño es la estrella del museo siendo visitado por millones al año. Si quiere hacer su propia investigación al respecto, puede ir a visitarlo, ver las pruebas que ahí les presentan y aprovechar para tomarse un selfie con él. “Pa’l face”.

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