Cronistas como Tácito y Dión Casio, le han atribuido algunos de los hechos y acciones más pervertidas de la historia de Roma, solo superados por los de su tío, el emperador Calígula. Nerón se hizo famoso, por ejemplo, por sus ejecuciones sistemáticas, que en algunos casos incluyeron a su propia madre, su hermanastro Británico y a casi todos sus familiares cercanos. Famoso es el episodio en el que, tras provocar un gran incendio, tocó la lira mientras la ciudad ardía.

Las peores crónicas aseguran que mantuvo relaciones incestuosas con su madre y con su hermanastra, que pateó a su esposa embarazada hasta matarla, que castró a un esclavo y se casó con él, que se hizo pasar por la novia para casarse con otro de sus esclavos, que ultrajó a una Vestal y que colgó a algunos cristianos como antorchas humanas para iluminar su jardín. Y es que Nerón protagonizó algunas de las persecuciones a cristianos más salvajes del momento, incluyendo las muertes de Pedro y Pablo.

Según cuenta la historia, en el año 68, la sublevación del noble Julio Víndex en la Galia y del gobernador Servio Galba en la Hispania Tarraconense desencadenaron una insurrección republicana que marcó el fin del emperador, que decidió huir de Roma por la Vía Salaria. El 9 de junio del año 68, el emperador se suicidó con la ayuda de su liberto Epafrodito, que le hundió una daga en la garganta, mientras se hallaba escondido en la villa del liberto Faonte, situada al noreste de la ciudad. “¡Qué gran artista muere conmigo!”, fueron sus últimas palabras.

Tras el suicidio asistido de Nerón, fueron muchos los que aseguraron que el emperador había fingido su muerte y había huido a Oriente, concretamente a Jerusalén, ciudad en la que había estado unos años antes y donde contaba con el apoyo de sus súbditos. Las leyendas no tardaron en llegar, y tras su muerte aparecieron varios Nerones falsos que se adjudicaban la identidad del emperador.

En marzo del 69 apareció un ‘falso Nerón’ en Grecia causando agitación en Acaya . Tenía algún parecido físico al emperador; cantaba y tocaba la lira a manera de él. Algunos desertores del ejército romano lo siguieron y finalmente, ante el miedo, fue asesinado por marineros del Imperio Romano.

El segundo ‘falso Nerón’ apareció en Asia en los años del 79 al 81. Su verdadero nombre era Terentius Maximus. Tomando la identidad del emperador Nerón, decía que había escapado de los soldados enviados a ejecutarlo en el año 68, que había vivido escondido desde aquel entonces. Su intención era regresar a Armenia, donde podría ser coronado de nuevo como emperador. Fue ganando adhesiones y apoyos, pero finalmente, fue asesinado.

El tercer ‘falso Nerón’ se presentó en Partia alrededor del año 88. Casi nada se sabe acerca de él sino que muchos partios lo honraban y que al final lo mataron “porsiaca”.