Las 3:33 de la madrugada es una hora enigmática para muchos, pues curiosamente, alguna vez en nuestra existencia, hemos sido despertados a esa hora, o simplemente hemos volteado la mirada al reloj de repente y ¡zas! las 3:33.Muchos dirán: “¿y qué la diferencia de las 1:11, las 2:22, o de las 1:23, o las 4:16?”, pues que hay toda una sarta de historias que se tejen alrededor de esta.

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Para los amantes de lo oculto, las 3:33, es llamada la “Hora del Muerto”, y se dice que en ella es cuando más fenómenos paranormales se experimentan, instantes en que se producen sensaciones extrañas e incluso visiones fantasmales. Esto, es alimentado también por testimonios de quienes han experimentado la ‘parálisis de sueño’ aproximadamente a esta hora.

Si bien puede ser una gran coincidencia, hay quienes tratan de darle una explicación al por qué de estas situaciones dadas a esta hora. Algunas páginas web, dan a entender que a las 3:33 se corre el velo de lo sobrenatural en su verdadera esencia, para unir el mundo de los vivos y las personas que habitan en el más allá. Un breve instante en que puede darse la comunicación con nuestros familiares fallecidos, ya que es el momento donde estamos “envueltos por la nebulosa de lo onírico”, un instante en que, tal vez no sabemos diferenciar lo real de lo irreal.

Si esta explicación te saca de cuadro, una explicación más religiosa apunta a que las 3:33 sería la hora opuesta a la muerte de Jesucristo sobre la cruz, que se dice murió pasadas las 15:00 hrs, según la tradición cristiana. Por tal razón, esta ‘hora opuesta’ sería una especie de portal para que surja todo lo maligno que intenta desafiar el poder celestial.

Si en este momento estás pensando: “¡qué idiotez es todo esto!”, te cuento que las estadísticas han ayudado a alimentar esta leyenda urbana, puesto que el número de muertes – clínicas –es mayor entre las 3:00 hrs y las 5:00 hrs, debido a que en ese horario nuestro sistema inmunológico es más vulnerable en personas muy enfermas.

Psiquiatras también se han pronunciado al respecto, y nos dan una respuesta más sensata a la pregunta de que por qué nos solemos despertar con más frecuencia a esta hora, y por lo normal, asaltados por la ansiedad y el miedo. Ellos nos dicen que no es más que efecto del estrés y resagos de un aspecto evolutivo que el ser humano sigue experimentando. Se trata del miedo a la noche, a lo inesperado. Un miedo colectivo a la oscuridad, que se traduce en un aguzamiento de los sentidos, a una sensación de alerta que provoca que nos despertemos de golpe, como alarmados, como si algo ocurriera. Sería pues algo instintivo, ya que nuestra especie era más vulnerable durante la noche que en las horas del día, por lo tanto, somos propensos a una mayor sensación de miedo durante ese tiempo. Pero, ¿por qué a las 3:33?

Muchas más teorías saldrán, una más disparatada que otra, o quizá una más razonable que ninguna. En este momento quizá tú ya tengas la tuya, y esta madrugada a las 3:33 quizá la puedas constatar. Dulces sueños.