El martes 8 de noviembre de 1966, durante las extenuantes grabaciones del álbum Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Paul McCartney salió de madrugada, después de una acalorada discusión con John Lennon. Paul se subió a su Aston Martin y condujo a gran velocidad bajo la incesante lluvia. En su ruta, el músico se encontró a una bella chica llamada Rita, y como todo un caballero él se ofreció a llevarla, a lo que ella accedió sin haber reconocido a su salvador de una gripe segura.

La tragedia ocurre cuando Rita reconoce al bajista de The Beatles y se abalanza a abrazarlo, lo que distrae a McCartney que ya iba algo ‘afiebrado’ con el pequeño vestido de Rita. La pista mojada por la lluvia y un semáforo en rojo no percibido, hizo que el auto se estrellara contra un camión (o un muro según sea la versión) degollando al ‘beatle de los ojos tristes’. El destino de Rita es un debate aún entre la muerte atroz y su salida ilesa.

Más tarde y ya amaneciendo, los otros 3 beatles estaban exhaustos tras la larga sesión de grabación en el estudio y se disponían a regresar a sus casas, cuando al salir los detuvo una furgoneta negra conducida por un agente de la MI5 (Servicio de Inteligencia del Reino Unido) conocido por el nombre de Maxwell, que los puso al tanto del fatídico accidente de Paul. Al llegar a la escena del accidente, Lennon vio un cuerpo envuelto en una sábana, y se le pidió que lo identificara, y desgraciadamente era el mismo Paul McCartney. Los Beatles fueron llevados a una locación secreta de la MI5 donde Maxwell hizo muchas llamadas informando la muerte de McCartney a sus superiores.

Cuando Brian Epstein, mánager de The Beatles, conoció lo ocurrido, no tardó en sobornar a los testigos de lo ocurrido apoyado por el gobierno inglés, que sabía que una noticia como esta originaría una serie de suicidios masivos entre los fanáticos de The Beatles. El siguiente paso era buscar alguien que tome su lugar sin que nadie se dé cuenta de que se trataría de un impostor.

El elegido fue el ganador de un concurso de dobles de The Beatles y del cual su parecido con McCartney dejaría a todos con la boca abierta; su nombre, William Campbell, un policía originario de Ontario, Canadá y que contaba con un registro vocal privilegiado y dominaba el bajo muy bien, salvo por un detalle, no era zurdo como Paul, por lo que no tendría problemas al tocar en el estudio, pero se vería obligado a simular ser zurdo para los vídeos. Un par de cirugías en los labios y cejas y listo, nadie se daría cuenta.

Esta historia, que tiene muchas versiones (las cuales he tratado de condensar líneas arriba) se origina en 1969 cuando el locutor de radio Russ Gibb, de la WKNR-FM de Detroit, recibe una llamada de un tal Tom, sugiriéndole que escuche ciertas letras y analice algunas portadas de los discos de The Beatles posteriores a 1966, donde encontraría pistas sobre la muerte de Paul. Los medios estallaron en noticias, obligando a Paul y a The Beatles a negar tal historia.

Pero, aunque ya ha pasado casi medio siglo de tal rumor que originó esta leyenda urbana, pruebas sobre la veracidad de esta historia engordan la internet, entre comparaciones de fotos, análisis de las portadas de álbumes, mensajes ocultos en las canciones (al revés y al derecho), declaraciones de supuestos testigos y hasta estudios del mismo lenguaje corporal de McCartney cuando habla del tema, haciendo que la leyenda del beatle muerto siga viva.

En fin, de leyendas se visten las deidades y The Beatles lo son para muchos; entonces una historia como esta no hizo más que mantenerlos siempre en boca de todos. Por nuestra parte solo toca saludar a McCartney por un año más entre nosotros los terrestres fans. ¡Feliz cumpleaños William Campbell, de todo corazón!