Desde 2001 el artista franco-canadiense Steven Spazuk ha desarrollado y perfeccionado su técnica que consiste en utilizar la llama de una vela para crear cuadros con los rastros de hollín que deja la misma. Luego Spazuk utiliza diversas herramientas para dar forma a dichas marcas, que componen las imágenes de sus obras.

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“La espontaneidad y el azar son el corazón y el alma de mi proceso creativo. Yo no censuro, me abro a la experiencia.”, nos dice el artista, quien se deja llevar por esa fusión de este proceso creativo tan inmediato con la fluidez del fuego, lo que le ayuda a generar un gran torrente de imágenes, sombras y luz.

Su obra también se caracteriza por crear murales fragmentados hechos de cientos de pequeñas obras que ensambladas forman un mosaico de cosas, eventos o personas. Es “una poderosa metáfora de la vida moderna y de la forma en que percibimos las cosas a través de nuestros sentidos y nuestras mentes”.

En el siguiente vídeo veremos el proceso de Steven Spazuk para crear tan bellas obras: