Lucien Clergue nació en Francia en 1934 con una temprana afinidad por lo sublime, a los 7 años ya tocaba violín, pero la economía familiar no pudo contribuir con alimentar su afición por la música, pero el artista dentro de él no se daba por vencido. A los 14 comenzó a tomar fotografías, y a los 18 años, el destino lo hizo toparse con Pablo Picasso, quien quedó prendado de la obra del joven fotógrafo, a quien en un futuro llamaría “el Monet de la cámara”.

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Su serie de 1956, titulada Desnudos en el mar, innovó la fotografía erótica, ilustrando algunos de los poemas del surrealista Paul Eluard, fundiendo las formas femeninas con las redondeadas y ondulantes líneas de la madre naturaleza. La peculiaridad de esta serie, es que los rostros de las modelos fueron cortados debido a la censura, que le prohibió mostrar el rostro de una mujer si esta posaba sin ropa.

Sin querer, esta tara impuesta, hizo que el fotógrafo francés le regalara al arte una colección de anatomías femeninas sin rostro que hacían los escenarios incluso más persuasivos, eróticos y enigmáticos. Falleció a los 80 años en noviembre del 2014.