El premio Nobel de Literatura 1999, Günter Grass, acaba de dejar el lapicero sobre el escritorio para que otros escriban sobre él. Conocido hombre de izquierdas, polémico, que nunca cesó de confrontar a su país con su pasado nazi, Grass fue el escritor alemán de la segunda mitad del siglo XX más conocido en el extranjero. Grass parte al infinito a la edad de 87 años dejando una estela de ideas que han sido pilares en la sociedad alemana de hoy en día.

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El tambor de hojalata, su obra más universal y que dio origen a la literatura alemana de posguerra, encabeza el listado de obras imprescindibles en la bibliografía de Grass, escritas en un lenguaje exuberante y sin embargo preciso, lleno de fantasía y de ironía, como El gato y el ratón, Años de perro, El diario de un caracol, Encuentro en Telgte, Es cuento largo (que provocó una gran polémica en Alemania), Mi siglo, entre otros.

Grass reveló en Pelando la cebolla (2006), libro que inicia su trilogía autobiográfica, que había sido miembro de la Waffen-SS, un cuerpo de élite y brazo de combate de las SS a los 17 años, pero que jamás disparó un arma. Se trata de un capítulo del que se avergonzaría toda su vida pero que jamás quiso ocultar. En enero de 2014 Grass anunció que no escribiría más novelas, debido a que su avanzada edad no le aseguraba el poder acabarlas. Aun así, siguió cultivando la poesía y el dibujo, hasta su muerte. Aquí, algunas frases memorables del característico hombre del exuberante bigote y pipa humeante:

1. Incluso los malos libros son libros, y por lo tanto sagrados.

2. El dinero no crea ideas, sino melancolía.

3. Cuando algo es moralmente correcto hay que defenderlo sin preocuparse de las consecuencias políticas o personales que vamos a pagar.

4. Melancolía y utopía son cabeza y cola de la misma moneda.

5. El recuerdo se asemeja a una cebolla que quisiera ser pelada para dejar al descubierto lo que, letra por letra, puede leerse en ella”.

6. En estadística, lo que desaparece detrás de los números es la muerte.

7. Europa no conseguirá sobrevivir sin inmigración. No debería tenerse tanto miedo de eso: todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje.

8. Voy a componer un ballet para tus glóbulos, los rojos y los blancos. Cuando caiga el telón te tomaré el pulso y veré si el esfuerzo ha merecido la pena.

9. Nada es seguro, podríamos estar subiendo y no bajando.

10. Sin la menor duda, el afecto solicito hacia mi persona había impedido a mis amigos traerme algo tan peligroso como es el papel en blanco y ponerlo a disposición de las sílabas que incesantemente segrega mi espíritu.

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