Para muchos, la separación de The Beatles es un momento tatuado en la historia de la música que marcó el final de la década de los 60. Las razones no eran claras, pero en su mayoría todos apuntaban a líos personales, más qué creativos, y tenían a una “culpable” en quién recaían todas las acusaciones de ser la causante de esas diferencias, la esposa de John Lennon, Yoko Ono. Pero parece que esto no fue así, y la pobre Yoko solo fue una inocente espectadora de todo este problemón. Así lo cuenta Paul McCartney en una entrevista.

“Ella ciertamente no separó al grupo, no creo que se la pueda responsabilizar por nada, ya nos estábamos desarmando”, subraya Paul McCartney en una entrevista con David Frost que se emitió en noviembre del 2012, para después añadir que, en su opinión, “Lennon iba a dejar la banda de todos modos”.

Siguiendo con el armisticio con la japonesa, Paul plantea que una canción tan legendaria como Imagine nunca habría existido sin Yoko: “No creo que la hubiese escrito sin ella, por lo que no podría culparla por nada. Cuando apareció Yoko, parte de su atracción fue su lado vanguardista, su manera de ver las cosas. Por lo que ella le mostró a él otra forma de ser, lo que le produjo una gran atracción a Lennon. Entonces era el tiempo para que John se fuera, porque igualmente se iba a ir”.

Con estas palabras se podría poner punto y final a uno de los mitos más arraigados en la historia de la música popular, que señala a Yoko Ono como la mala de la película. Aquí la entrevista completa:

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