Uno de los objetivos que se buscaba en Brasil en el año 2005, cuando se fundó el Festival Grito Rock, fue conseguir un espacio para que los artistas, músicos, medios de comunicación y público en general puedan encontrarse. Un evento autogestionado, de bajo presupuesto y que no involucre enormes emporios comerciales, que quizá ensucien un poco la pureza de lo que se pretende.

La idea tuvo un rápido éxito y se expandió como reguero de pólvora por todo el mundo. 300 ciudades en 30 países del globo vienen realizando simultáneamente el festival.

Y este año, Grito Rock llega a Lima por primera vez. La cita es el jueves 28 de febrero en El Dragón de Barranco con la fiesta de lanzamiento del festival. Exposiciones de Cherman y Gutiérrez y conciertazo con Colectivo Circo Band y Vieja Skina. La colectividad del ser humano se demuestra así, con arte, música y su propia gente.