Glyn Johns, es uno de los productores e ingenieros más envidiados de la música popular de nuestro tiempo, pues no todos tienen la suerte de haber trabajado con las máximas leyendas de la música y poder poner en su curriculum producciones con The Rolling Stones (Beggars Banquet, Sticky Fingers, Let It Bleed), The Beatles (Let It Be, Abbey Road), The Who (Who’s Next, Quadrophenia, The Who By Numbers), The Band (Stage Fright), Neil Young (Harvest), Eagles (Desperado, On the Border), The Clash (Combat Rock) y muchos otros. Y más aún, tener las más originales anécdotas con ellos, que ha recopilado en un libro.

Sound Man, es el nombre del libro que acaba de ser publicado, y en el que Glyn Johns relata cómo Bob Dylan le contó que quería trabajar con The Beatles y The Rolling Stones, y le pidió que hiciera algunas llamadas para tantear la posibilidad. “Me contó que su idea era hacer un disco con The Beatles y The Rolling Stones. Y me preguntó si podría enterarme de si estarían interesados. ¿Puedes imaginar a las tres grandes influencias de la música popular de aquella década haciendo un disco juntas?”, rememora Johns a partir de un encuentro con Dylan en el aeropuerto de Nueva York en 1969.

Johns comenzó a hacer llamadas: “Keith Richards y George Harrison pensaron que sería fantástico, pues eran grandes fans de Dylan. Ringo, Charlie y Bill Wyman se mostraron receptivos. John Lennon no dijo un no rotundo, pero no estaba interesado. Paul McCartney y Mick Jagger se negaron absolutamente”.

“Podríamos haber elegido el mejor material de Mick y Keith, Paul y John, Bob y George, y después seleccionar la mejor sección rítmica de ambas bandas en función de las necesidades de cada canción. Habría dado cualquier cosa por tener una oportunidad”, sentencia Glyn Johns. ¡Qué gran disco se perdió la humanidad!

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