Tras sorprender al mundo, luego de diez años de desaparición casi total, con el lanzamiento de The Next Day en marzo del año pasado, los presagios sobre qué haría David Bowie después se multiplicaron. Pero, con las posibilidades de una gira de presentación de su vigésimo cuarto disco de estudio anuladas por su mentado autoexilio, el cantante realizó muy pocas apariciones públicas durante todo este año y medio.

Sin embargo, en un evento londinense en el que se celebraron sus 50 años de carrera y se recaudaron fondos para una fundación, se leyó un comunicado a través del que Bowie prometió más. “Esta ciudad es mejor que en la que estaban durante el año pasado, así que recuerden bailar, bailar, bailar. Y después, sentarse por un minuto, tejer algo, levantarse y correr por todo el lugar. Háganlo. Los amo. Más música pronto. David.”

También, en abril de este año, durante la ceremonia de entrega de los Music Week Awards, se leyó otro texto de su parte en el homenaje al presidente de Columbia Records, Rob Stringer, en el que también – y a pesar del tono irónico – se dejaba en claro que estaba grabando nuevo material. “Cuando me preguntó si me importaría que se tomara algunos sábados libres en sus obligaciones como percusionista en mi nuevo álbum de este año con el fin de asistir a los próximos partidos del club de fútbol Luton Town, ¿cómo podía negarme? Es lo menos que podía ofrecer al hombre que con sus propias manos llevó mi álbum al número uno en todo el mundo”, decía la nota.