Toneladas de hierro los arrollaron y los dejaron sin un brazo, una pierna o una mano. Esta es la historia de un grupo de inmigrantes hondureños que quedaron mutilados cuando trataron de llegar a Estados Unidos a bordo del peligroso tren conocido como La Bestia.

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Liderados por José Luis Hernández, este grupo de inmigrantes acaban de llegar a Washington y buscan tener una audiencia con el presidente Barack Obama para pedirle que adopte una política migratoria más humana que evite desgracias como las suyas.

“Hay cosas imposibles, como que me crezcan mi pierna, mi brazo y mi mano, pero Estados Unidos sí puede evitar que haya más muertos, más mutilados, más desaparecidos, más secuestros, más mujeres violadas en el trayecto a este país”, explicó Hernández.

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Aunque no pudieron reunirse con Barack Obama, los hondureños armaron una pequeña manifestación en las afueras de la Casa Blanca con la esperanza de hacer llegar su pedido al presidente estadounidense.

Este viernes, el grupo de inmigrantes mutilados participarán en un foro auspiciado por la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) y la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), donde expondrán sus terribles historias en busca del sueño americano.

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