Tres días después de que el huracán Irma se ensañara con Cuba y con los enormes daños aún por cuantificar, la isla se esfuerza por recuperar la normalidad lastrada por la falta de electricidad, mientras despide a miles de turistas a los que el ciclón dejó varados en el país.
Las calles de La Habana y de las zonas de la costa norte barridas por Irma el pasado fin de semana han sido tomadas por brigadas de operarios estatales que retiran escombros, enderezan postes y semáforos y se abren paso a machetazos entre muros de vegetación y enormes árboles derribados.
Fuente: EFE