En su desesperación por no ser descubiertos, los inmigrantes indocumentados están recurriendo a formas más peligrosas para llegar ilegalmente a Estados Unidos, una de ellas es cruzar el peligroso Río Bravo.

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Hace unos días, agentes fronterizos estadounidenses, quienes se encuentran patrullando en el helicóptero la zona, confirmaron un macabro hallazgo: los cadáveres de cuatro hombres y una mujer, quienes perdieron la vida tratando de cruzar el Río Bravo.

Según detallan las autoridades, el los últimos seis meses se han registrado 16 ahogamientos. Muchos de los cadáveres han sido hallados al sureste de Mission (Texas), donde el equipo de buzos de los bomberos ha tenido un invierno atareado.

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“Tan solo en enero y febrero se recuperaron al menos seis cadáveres en los canales lodosos. Antes solía ser uno por mes. Ahora es uno por semana”, dijo el jefe de bomberos de Mission, Rene Lopez Jr..

Por su parte, el capitán Joel Dominguez aseguró que las aguas aparentemente se ven calmadas, pero las corrientes fluyen a través de ellas y los nadadores frecuentemente quedan atrapados entre la hydrilla (una planta acuática) o la basura, incluso neumáticos y carritos de supermercado.

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“Se enredan desde abajo y es difícil escapar de eso en el agua negra. Y es frecuente que estén aterrorizados, huyendo de los agentes”, resaltó.

Para ayudar con los rescates, la Patrulla Fronteriza ha transferido a ocho integrantes de una unidad elite de rescate. Ahora hay un total de 30 agentes, todos debidamente entrenados en rescate en aguas rápidas, medicina de emergencia, rastreo y buceo.

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