La prohibición de emisión de visados para seis países de mayoría musulmana y la suspensión del programa de refugiados, que iba a entrar en vigor este jueves, han sido desactivas por dos jueces federales, pese a que la Casa Blanca aseguró que pasará a la ofensiva en los tribunales “pronto”.

Los planes de poner en marcha hoy, 16 de marzo, una orden ejecutiva revisada para prohibir la entrada de personas de Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Irán y Siria durante 90 días y de suspender el programa de refugiados durante 120 días han quedado frustrados por la intervención de dos jueces federales.

Este miércoles, el juez del tribunal de distrito de Hawai Derrick Watson ordenó una suspensión temporal de toda la orden ejecutiva, mientras que hoy se sumó a él el juez federal de Maryland Theodore Chuang, cuya sentencia se ha centrado en desactivar la suspensión de entradas de personas de seis países musulmanes.

Los argumentos de ambos jueces para aceptar la suspensión solicitada por los fiscales generales de esos estados es que la pausa en la emisión de visados a seis países de mayoría musulmana no está basada en evidencias sólidas sobre una mayor amenaza terrorista hacia Estados Unidos y por lo tanto es una forma de discriminación por razón de religión o nacionalidad.

En una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que la ley es “clara” y hay un “peligro real” de que al permitir la llegada de refugiados y la entrada de ciudadanos de esos seis países ocurran atentados.

Los jueces federales que han suspendido el segundo intento de Trump de reexaminar el programa de refugiados y los procesos de concesión de visados a países con historial de terrorismo (del que se excluyen otras naciones con historial terrorista como Egipto, Arabia Saudí o Pakistán) consideran que la Administración está siendo arbitraria en su suspensión.

Fuente: EFE