“Muchas gracias, señor Putin, o líderes separatistas, por el asesinato de mi querida y única hija”, comienza Hans Breast, padre de la joven holandesa Elsemiek De Borst que viajaba en el vuelo de Malaysia Airlines el pasado jueves cuando el avión se estrelló.

“De repente, ella ya no existe. Por culpa de un disparo en un país extranjero donde está teniendo lugar una guerra”, lamenta el padre de la chica.

En la carta, difundida en distintos periódicos locales holandeses, el padre de la joven responsabiliza al presidente ruso del accidente del avión donde viajaban 198 personas y comenta para qué es que la joven viajaba.

El padre explica que su hija tenía 17 años y que estaba muy ilusionada con la idea de estudiar ingeniería, una vez que aprobara los exámenes finales el próximo curso. Añade que la joven había tomado el fatídico vuelo para ir de vacaciones a Malasia.