La vida está hecha de momentos. La mayor parte del tiempo no nos acordamos de cada pequeño detalle.

Incluso si se almacena en algún lugar de nuestros discos duros mentales, recuperar la mayoría de los recuerdos no está en nuestra capacidad. Lo que sí recuerda, por otra parte, son los momentos que nos impactaron más y cómo nos hizo sentir.

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La mayoría de las cosas en la vida no nos es posible entenderlas sin experimentarlas nosotros mismos. Podemos imaginar cómo podríamos sentirnos, pero en realidad no podemos saberlo hasta que lo pasamos.

El fracaso.

Lo das todo por conseguir un objetivo, ya estabas casi en la meta, casi podías tocarlo y pasa algo que te aleja de lo que querías. Esa sensación de saber que diste todo y no conseguiste tu objetivo, aún sabiendo cuanto lo merecías, es indescriptible.

El amor verdadero.

Casi todos los seres humanos han hecho su mejor esfuerzo para poner el amor en palabras y, en su mayoría han fallado.

El amor es un poco diferente para cada persona, pero la intensidad del amor romántico que todos compartimos. Es una intensidad que sólo puede realmente ser entendida a través de la experiencia.

La pérdida de un ser querido.

La vida es muy corta. Días, semanas, meses, años, volando en un abrir y cerrar de ojos. Cuando llega la muerte de alguien que queremos es imposible describir esa sensación de vació. No importa que tan adulto seas, uno nunca está preparado para pasar por esto, y no lo entiendes hasta que te sucede.

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La verdadera angustia.

Así como es mágico y hermoso como el amor, el desamor es el polo opuesto. Tener el corazón roto es algo que no puede entender hasta que se ha experimentado y algo que no se puede olvidar una vez que se pasa.

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El orgullo de ser madre/padre

Un hijo es una extensión de ti, puedes adorar a tu sobrino o morir por las hijas de tus mejores amigas. Pero nada nunca va ser igual que saber cómo se siente amar a alguien que sale de ti y que creado por ti.

Trabajar duro para alcanzar tus sueños.

Nadie sabe exactamente el esfuerzo de cada uno, lo que sacrifica, lo que pasa o lo que deja en el camino para alcanzar sus metas. Podemos imaginar cómo era estar en un trabajo 11 horas al día casi todos los días de la semana, pero nunca vamos a saberlo por completo hasta que lo vivamos.

Darte cuenta que cometiste un error que altera tu vida y no poder revertirlo

Todos cometemos errores – algunos pequeños, otros grandes. A veces dejamos pasar oportunidades, no tomamos las decisiones correctas en su momento y esto, aunque no nos demos cuenta de inmediato, puede alterar nuestra vida de formas que no podemos comprender. Solo al darnos cuenta entendemos que, quizás, pudimos hacer las cosas diferentes. El problema aparece cuando sabemos que el tiempo ya pasó y no podemos volver atrás.