El mundo de príncipes y princesas ha estado muy presente en la infancia de muchas personas. El amor verdadero, el amor romántico, todo por amor, conseguir el amor imposible… Vamos, que cuando Disney se ponía romántico lo conseguía.

A raíz de tanto romanticismo, muchos quisimos conseguir nuestro príncipe azul. Con los años, te das cuenta que localizarlo es un poco difícil. Pero los chicos también querían a su princesa. Blaine Gibson, además, no quiere a una cualquiera sino a una princesa Disney.

Por eso no dudó en proponerles matrimonio a Ariel o Campanilla. Todo ocurrió en Disney World y por mucho que lo intentó con Rapunzel o Cenicienta no consiguió conquistar a ninguna a primera vista. Todas rehuyeron de él pero se dejaron querer durante un rato. Por mucho que vivas en un cuento de hadas nunca está de más que alguien se arrodille para pedirte matrimonio.

Porque a Gibson no lo paraba nada ni nadie. Tanto le daba que Jasmine estuviera en compañía de Aladdin para arrodillarse ante ella y enseñarle el anillo.

Gibson es uno de los componentes de Rooster Teeth, un grupo especializado en cortos, animación y cualquier proyecto que les den, por lo que no le costó mucho meterse en el papel de príncipe.