Una mañana de octubre de 2011, Emma Holten descubrió que era víctima del porno vengativo. Cuando abrió su correo electrónico, encontró un montón de comentarios de hombres que hacían repugnantes alusiones a unas fotografías íntimas tomadas cuando tenía 17 años y colgadas en la red por su ex novio.

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“Los hombres que veían mis fotos sabían que era contra mi voluntad, que yo no quería estar ahí. La falta de mi consentimiento les resultaba erótica, disfrutaban de mi sufrimiento. Saber que eso les calentaba me hacía sentir como si tuviera una soga alrededor del cuello”, confesaba la joven tres años más tarde en la web feminista Hysteria. Ese sentimiento fue el que la impulsó a luchar contra el porno vengativo posando desnuda para la fotógrafa Cecilie Bødker.

En una entrevista a la edición estadounidense de la revista Elle, la joven ha explicado por qué tomó la determinación de protagonizar esta sesión fotográfica: “Es un acto de activismo, para crear conciencia, para subrayar la cantidad de gente que ni siquiera ve la diferencia entre una imagen compartida con o sin consentimiento”.

Holten ha confesado que ser víctima de este tipo de delito sexual fue una experiencia horrible que la llevó a sentirse avergonzada y mal consigo misma a pesar de ser consciente de no haber hecho nada malo. Su manera de enfrentar el abuso ha sido hacerlo más visible. “El problema suele ser que no quieres llamar la atención sobre las fotos no consentidas y por eso no dices nada. Pero yo he decidido hablar.”

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Del mismo modo que Lena Dunham defendió que todo aquel que hizo click sobre las fotos de Jennifer Lawrence (víctima del Celebgate hace unos meses) estaba perpetuando el abuso, Holten reclama la importancia de castigar a quienes consumen este tipo de imágenes: “Si no distingues entre una imagen compartida con o sin consentimiento, eres parte del problema”, sentencia. “Es importante dejar claro que con estas fotos no he hecho lo mismo que me hicieron. Mi consentimiento sí importa. Es lo más importante de hecho. Sin él no es una foto, es simplemente una violación.”

Puedes leer el resto de la entrevista en Elle