Hoy, Danielle es campeona de motocross y dice que su vida ha cambiado completamente desde que adelgazado. “Pesaba 115 kilos y solía sentarme en casa a comer papas fritas. Ahora soy campeona de motocross”, cuenta la joven británica.

Ella reconoce que el entrenamiento regular que se requiere para mantener la competitividad en las carreras la ha ayudado a mantener el peso.

“Estaba harta de sentirme avergonzada cada vez que miraba una foto de mí misma. Me uní a un club de adelgazamiento y pronto empecé a bajar de peso. Seguí una dieta saludable y abandoné la comida chatarra. Me inscribí en un gimnasio y empecé a ir con regularidad”, cuenta.

Danielle decidió probar las carreras de motocross en 2012, un año después de que comenzara su reto de bajar de peso, después de ser inspirada por su padre y sus hermanos, que están involucrados en el deporte.

“Yo sabía que si quería competir, tenía que entrenar casi todas las noches de la semana. Y eso ayudó a mantenerme delgada”, explica. “Nunca participé de las carreras cuando era gorda, y siempre sentí que me estaba perdiendo algo lindo. Ahora no sólo soy capaz de correr, sino que además soy muy buena”, añade.

Miller ganó el campeonato de damas Sur Motocross y logró el quinto lugar en la tabla de la liga nacional de su categoría en 2012. ”“Ahora corro delante de los hombres”, señala. “Papá está muy orgulloso de mí, él pasa mucho tiempo ayudándome a arreglar mi moto cuando se rompe.”

“Ahora sólo cocino y es mucho más saludable. Como lasaña, fruta fresca, verduras y mucha proteína como pollo y pescado. Todavía como mucho, pero sólo alimentos saludables”, admite.