Si hay algo realmente hermoso en la niñez es que somos las personas más autenticas del mundo. Si algo no nos gusta nos alejamos, si alguien nos lastima lloramos, si queremos correr lo hacemos y siempre decimos lo que realmente pensamos.

Cuando vamos creciendo en algún punto de nuestra vida vamos perdiendo eso, empezamos a ponernos caretas, fingimos que nos gusta algo cuando en realidad lo detestamos solo por agradarle a alguien más. Nos empieza absorber la rutina, nos alejamos de las personas que nos importan y nos olvidamos de la niña de 5 años que solo quería cambiar el mundo con una sonrisa.

Cuando somos niñas no nos importaba ensuciarnos mientras jugábamos en el parque, terminar hechas un verdadero desastre de tanto correr, embarrarnos toda la cara mientras comíamos un helado, que nuestro lindo vestido termine como el de la Cenicienta (cuando sus hermanastras le rompen el traje) luego de tirarnos a recoger los dulces de una fiesta. Eso nos hacía realmente felices y no necesitábamos nada más para tener un buen día.

¿Qué pasó con esa niña? ¿Todavía la recuerdas? Esa pequeña que quería conquistar el mundo y hacerlo un lugar mejor, que tenía metas y sueños, pero sobretodo que no le importaba despeinarse por hacer lo que realmente le gustaba.

Sabemos que ahora las cosas no son fáciles, de hecho tienes un trabajo, ya no tienes tiempo de jugar o de tirarte en el parque a ver los árboles. Sí, está bien que madurez, es parte de la vida y es lo normal, pero ¿por qué tienes que dejar de lado a la niña que llevas dentro?

Recuerda a esa niña y piensa que las mejores cosas de la vida, las que realmente te hacen feliz, despeinan. El mundo está loco y nosotras también, al final solo vivimos una vez y es totalmente injusto para nosotras atarnos a algo que no queremos o reprimirnos. Tienes que darte un tiempo en el día y empezar a vivir de verdad, a jugar, a correr, a gritar, a cantar hasta quedarte sin voz y reír sin un motivo en especial.

Crecemos y vamos tomándonos más en serio. Y es verdad que tenemos más responsabilidades, pero hay algunas cosas que deberíamos recuperar y no volver a dejar ir. Por eso hicimos una lista de actividades que consideramos TIENES que volver hacer.

Redacción InPerfectas.

Por Claudia Sovero (@Claudia_Sovero)