La moda rápidamente tuvo sus adeptos y detractores en las redes sociales como Twitter con el hashtag #bikinibridge o Tumblr, donde no faltaron las fotos de mujeres orgullosas de su delgadez extrema, y las horrorizadas por el mismo motivo.
El drama es que no es una moda inocua. Puede ser letal, porque lo que se promueve, a través de la cada día más poderosa, caótica y extendida cibercomunidad, es la anorexia.
Otra de sus ‘tendencias’ del pasado verano fue el thigh gap (“hueco entre los muslos”) que tienen algunas celebrities, y que consiguió que muchas mujeres solicitasen información en las clínicas de estética, sobre operaciones de liposucción para eliminar la grasa en la parte interna de los muslos.
En ambos casos el objetivo de lanzar un rumor y viralizarlo en las redes hasta dar la vuelta al mundo. Por el camino quedan muchas personas, mujeres adolescentes en muchos casos, que dan credibilidad a la ‘noticia’ y pueden sufrir transtornos alimenticios, como la anorexia y poner en riesgo su salud.