A las mujeres nos encanta la playa, es nuestro destino favorito cuando queremos escapar unos días de la agitada ciudad. ¿Por qué debemos considerar siempre ir de vacaciones al mar? Te contamos.

El agua nos devuelve a nuestro estado natural. Estamos conectados al agua desde el principio de nuestra vida. El cuerpo de los bebés contiene un 75% de agua. A medida que crecemos, nos vamos secando, pero nuestro cerebro sigue siendo tres cuartas partes de agua e incluso el 31% de nuestros huesos es agua.

En la costa estamos más relajados. Simplemente con mirarla, nos calmamos sin ser conscientes de ello. Nichols cita un estudio que demuestra cómo las regiones del cerebro asociadas a un menor estrés y a una mayor empatía se activan cuando observamos escenas de la naturaleza.

Mirar fotos es bueno, pero el agua es incluso mejor en la vida real. Observar imágenes es una cosa, pero el mundo natural en la realidad supera los espacios urbanos. Nichols hace referencia a un estudio de 2011 en el que una aplicación de smartphone llamada Mappiness registró los niveles de bienestar de unas 22.000 personas. Los participantes recibían frases aleatorias y tenían que explicar lo felices que estaban en ese momento.

El agua rejuvenece nuestra mente. En una sección titulada “Water, Nature, and the Optimum Brain”, Nichols argumenta que ahora que tocamos más pantallas, actualizamos más redes sociales y vistamos más webs, nuestro cerebro exhausto necesita recargarse. Y el agua puede ayudarle.

El color azul tranquiliza. Resulta que el azul es el color favorito de la mayoría de la gente. Nichols cita un proyecto de investigación realizado en 2003 en el que participaron 232 personas de todo el mundo, y en el que estudiaron las asociaciones que hacían con varios colores.

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