No tiene poderes. A diferencia de la mayoría de los superhéroes que conocemos, Batman no tiene ningún poder que lo ayude en su lucha contra el crimen, todo es ingenio, tecnología y habilidades.

Se creó a si mismo. No tuvo que nacer semidiós, ser mordido por arañas, ni vino de un planeta de superdotados, a diferencia de todos ellos, él decidió luchar contra el crimen y lo hace con sus propios recursos.

Imparable. No importa cuantas heridas tenga o, como en el caso de los cómics, que se lleve a extramos a su mente y cuerpo, siempre habrá algo que lo haga salir adelante.

Ropa. Cuando es Bruno Díaz es un hombre súper formal que siempre viste bien, cuando es Batman su traje es elegante, resistente y, seamos honestas, súper sexy.

Es un maestro. Y no solamente se dedica a combatir el crimen, sino que ha trasmitido sus enseñanzas a varios Robins y Batichicas, ¡es un gran maestro!

Valores que encarna. Lo que mueve al llamado Caballero de la noche es el juramento de venganza en la tumba de sus padres contra todo aquel que rompa la paz y cometa un crimen. Es frío, ágil, inteligente, solitario, meditabundo, obsesivo, vengador, astuto, deductivo. A lo largo de los capítulos serán reforzados los motivos por los que se convirtió en un vengador que omite la y para detener el crimen. La figura del hombre oscuro que resurge de las tinieblas y de su oscuro pasado será siempre la prioridad de Bruno Díaz, aún siendo su doble personalidad nunca la relegará por una posible vida normal ni por el amor de ninguna mujer.

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