Cada vez que empieza un nuevo año, solemos hacernos muchas promesas, metas y definir cosas que, muchas veces, dejamos a la mitad o ni siquiera empezamos. ¿Cuáles?

1. Llámenle hacer ejercicio, empezar a correr, etc. Lo que de verdad quieres es ponerte en forma sin mover un solo dedo.

2. Comer sanamente, o como me gusta llamarle: dejar de comer todo lo que te gusta.

3. Leer más; porque es triste que no hayas logrado pasar de medio libro al año.

4. Ver menos televisión.

5. Conseguir novio/a. Como si fuera tan fácil.

6. Ahorrar. O bien, dejar de comprar lo que verdaderamente no necesitas.

7. Viajar más. Y puede no ser al extranjero, sino en tu propio país, es más, hasta en tu propia ciudad.

8. Dejar alguno de tus vicios: cigarro, alcohol, etc.

9. Utilizar menos el auto y más el transporte público.

10. O aunque sea, conducir mejor. Pero sabemos que en esta ciudad es un poco complicado, y aplaudimos a quien lo intente.

11. Ser partícipe de algún trabajo voluntario. Aunque también podrías llamarlo prometer hacer algo productivo con el tiempo libre que no tienes.

12. Estresarte menos. Divertirte más. ¿Qué clase de ser humano puede vivir la vida estresado?

13. Ser más organizada/o, pues juras que no puedes ver el final de tu escritorio bajo esa pila de papeles ahí amontonados.

14. Ser más espiritual y positivo, dejar de enojarte como si no hubiera gente idiota en el mundo.

15. Encontrar un trabajo que adores. Porque si no estás haciendo lo que te gusta, entonces, ¿qué haces?

16. Limpiar tu clóset, tus cajones, tu bolsa… Sacar los papeles que ni siquiera sabes por qué guardaste en un principio.

17. Deshacerte de cosas que ya no ocupas. Vamos, ¿quién quiere tener guardado un polo que hace 5 años que no te pones?

18. Empezar un nuevo proyecto: pintar la casa, reacomodar la cocina, remodelar tu cuarto…

19. Terminar un (ya no tan nuevo) proyecto.

20. Aprender algo nuevo: un idioma, por ejemplo. Sirve que te preparas para viajar en algún momento de tu vida.

21. Cocinar más y mejor.

22. Vencer algún miedo o fobia. Por ejemplo, si le temes a las serpientes, cargar una.

23. Último pero no menos importante, cumplir todos tus propósitos. ¿De qué sirve tener todas estas resoluciones si en al menos una de ellas no te propones a de verdad cumplirlas?