Con forme vamos creciendo y madurando nos ponemos metas y nuestras prioridades en la vida cambian. A los 30 años ya es importante para nosotras tener una vida estable en todo sentido, ya nos valemos por nosotras mismas, tenemos un trabajo y muchas veces una relación seria con un futuro sólido.

El Huffington Post nos trae este valioso aporte de la escritora Pamela Redmond donde encontramos algunas de las cosas que deberíamos tener en esta etapa de nuestra vida. Nos parece importante compartirlo porque es de mucha utilidad.

Los años pasan y el rol de las mujeres va cambiando. Hace dos décadas el hecho de que una mujer arriba de los 25 años no se hubiera casado, ya era motivo para decir: “ya se le pasó en tren”. Hoy en día para una mujer llegar a los 30 años sin haberse casado, sin tener hijos y haberse desarrollado de forma exitosa en su profesión es visto de otra forma, aquella que supo salir adelante por sus propios méritos es una muestra de fortaleza.