Parece que todo el mundo tiene una opinión sobre las cosas que hacemos, no importa cuán pequeño o insignificante esas cosas puedan parecernos, pero nuestros familiares, amigos e incluso extraños las cuestionan.

A veces la gente puede llegar tan lejos que hasta te hacen explicarles las decisiones que tomas en tu propia vida. Es posible que te sientas obligada a responder, pero algunas cosas no son de la incumbencia de nadie más.

No le debes a nadie una explicación sobre tu situación de vida.

Si estás viviendo con tu ex novio o ex novia, si te andas pasando de motel en motel por todo el país, o sigues viviendo con tus padres con más de veinte años, no tienes que darle explicaciones a nadie. Es tu decisión con quién vives y no tienes que explicarle a los demás si no deseas. Si eres plenamente consciente de tu situación de vida, entonces significa que tienes tus propias razones para esta dónde estás y no es un asunto de nadie más.

No le debes a nadie una explicación de tu apariencia física.

Puede que seas delgado, gordo, alto, bajo, guapo, plano, lo que sea, pero no tienes que darle explicaciones a nadie de por qué te ves como te ves. Tu aspecto físico es un asunto personal y las obligaciones las tienes sólo contigo mismo. La apariencia física no puede determinar tu valor propio.

No le debes a nadie una explicación sobre tus prioridades en la vida.

Tu tienes tus propias ideas acerca de las cosas que hacen que tú y tus seres queridos estén cómodos y felices, y esto es tu principal prioridad. Como todos somos individuos únicos con diferentes valores, sueños y aspiraciones, tus prioridades básicas serán diferentes a las de cualquier otra persona. No le debes a nadie una explicación de lo que es para ti, tu prioridad principal en la vida. Ese es un asunto personal, de nadie más.

No le debes a nadie una explicación por necesitar tiempo a solas.

Puedes preocuparte de quedar ante los demás como “grosero”, “anti-social” o “distante” al cancelar planes u otras obligaciones porque necesitas tiempo a solas para descansar o simplemente disfrutar de un buen libro por ti mismo. Sin embargo, pasar tiempo a solas es una práctica completamente normal, natural y necesaria que más personas deben adoptar. Tómate tu tiempo a solas con confianza.

No le debes un sí a todo lo que dice una persona.

Tienes derecho a decir que no cuando no hay ninguna razón de peso para decir que sí. De hecho, las personas más exitosas en el mundo son los que han dominado el arte de decir no a todo lo que no es una prioridad. Reconoce la bondad de otras personas y sé agradecido por ello, pero no tengas miedo a declinar cortésmente cualquier cosa que te aleje de tu foco, objetivos y prioridades básicas. Esta es la manera de salir adelante.

No le debes a nadie una explicación sobre tu vida sexual.

Mientras vuelves a estar en una relación con otra persona, no le debes una explicación de dónde, cuándo y cómo condujiste tu vida sexual. Puede ser que esperes hasta el matrimonio, puede que se trate de una sola noche o puede que siempre experimentes con los mismos encuentros sexuales porque te nace de corazón, pero en cualquiera de los casos no tienes que explicarle tus preferencias sexuales a nadie.

No le debes a nadie una explicación por la elección de tu carrera profesional y camino de vida.

A veces las circunstancias nos obligan a elegir entre el trabajo y “tener una vida.” La decisión no siempre es fácil y podrías terminar eligiendo el trabajo, no porque no te preocupe tu familia o tu vida social, sino porque estás trabajando en algo que te dará la seguridad en el futuro. Como sea la situación, no le debes a nadie una explicación por haber elegido que tu carrera esté por encima de tu vida personal (o viceversa), siempre y cuando tengas la certeza acerca de lo que está haciendo y por qué lo estás haciendo.

No le debes a nadie una explicación de tu soltería.

Si es que estás soltero en este momento, eso no es asunto de nadie. Estar solo no es un trastorno de la personalidad. Eres libre de estar en una relación o no. Además, eres mucho más que tu estado civil y la soltería es una de esas etiquetas sociales que a nadie realmente debería importarle.

No le debes a nadie una cita sólo porque te preguntaron.

Alguien podría ser agradable, guapo e incluso estar un poco interesado, pero no le debes una cita sólo porque te lo pide. Si en el fondo sientes que no quieres salir con esa persona, entonces no lo hagas. Tu puedes darle una razón para rechazar su invitación, pero haz que sea breve y concisa.

No le debes a nadie una explicación de las relaciones que eliges.

A veces la gente hace comentarios sobre las relaciones románticas inapropiadas que has tenido, lo que realmente no es de su incumbencia. Puede que escuches comentarios como “no son la pareja perfecta”, o que debes encontrar a alguien más. Sin embargo, no eres responsable ante nadie más que a ti mismo para elegir las relaciones que quieras tener. Vive tu vida y nunca salgas o permanezcas en una relación sólo porque alguien dice que tienes que hacerlo. Si es necesario comete tus propios errores, pero siempre aprende de ellos.