Un pequeño de tan sólo meses parece querer ser el mejor interlocutor, respondiendo con un rotundo “no” a todo lo que le refieren.

El padre le pregunta a su pequeño “¿Amas a tu padre? ¿Amas a tu madre? ¿Quieres a tu abuelita?” a lo que el bebé le responde “no”, con una tierna sonrisa en el rostro, en cada uno de los casos.