El día en que sentimos las contracciones y sabíamos que ya era hora de conocer a nuestro bebé es una experiencia memorable e inigualable para nosotras. Si tenemos un hijo, esta hermosa experiencia quedará grabada para toda la vida, y si tenemos más veremos cómo cada uno de los *nacimientos de nuestros engreídos *es totalmente diferente a la otra.

Jessica Dimas escribió para el blog At piganddac una increíble carta del día del parto. Muchas mujeres nos sentiremos identificadas o nos hará recordar este gran día. Aquí te compartimos su experiencia.

”No recordarás la forma en la que me paré en el baño esa noche. Era tarde, y estaba con contracciones mirando emocionada y asustada la luna, sabiendo que pronto te traería al mundo y susurrándote: “Podemos hacerlo”.”

”No recordarás la forma en la que me miraste justo después de nacer, o la forma en la que te acomodé cerca de mi corazón y me regocijé al decirte ‘Hola bebé’ al oído.”

”No recordarás la forma en la que curaste mi espíritu roto. La forma en la que completaste mi corazón. Antes de tenerte era débil, pero tú me completaste.”

”No recordarás la manera en la que miraba con orgullo todos los lugares a los que ibas. Para mí siempre eras el niño más lindo del cuarto.”

”No recordarás la forma en la que me hacías reír con todas las cosas locas que hacías. Pude ver lo amable que era tu corazón.”

”No recordarás la forma en la que te quitaba el cabello de tu frente y la forma en la que me mirabas. Sin ninguna palabra, nuestras almas podían tocarse y decirse todo de una forma que las palabras no podían hacerlo.”

”No recordarás los festivales de cosquillas que teníamos, y cómo siempre hacía trampa para mantenerte cerca de mí y poder cubrir tu pequeña cara de besos.”

”No recordarás todas las veces que me fui a la cama de noche, llena de miedo por ser tu madre: ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Me habré equivocado muchas veces hasta ahora? ¿Podré ser la madre que necesitas?”

“No recordaras la forma en la que mi corazón se rompía y crecía un poco más cada vez que cumplías un proceso, mientras que el reloj de arena seguía corriendo, mientras que me sentía feliz de verte expandirte y crecer.”

“No recordarás la forma en la que solía tomar tus pequeños pies en mis manos, imaginando que algún día serían mucho más grandes que los míos, y que algún día tendría que dejarte ir.”

“No lo recordarás, pero yo sí, y me quedaré con estos recuerdos en mi corazón por ambos.”

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