Max, Harvey y Lucas nacieron a tráves de una cesárea de emergencia y estuvieron en cuidados intensivos durante algunas semanas, durante las cuales tuvieron 12 transfusiones de sangre entre ellos.

Ellos sobrevivieron a pesar de adversidades y fueron a casa desde el hospital con su madre Rachael y su padre Ashley Udell quienes aseguran que sus bebes fueron parte de un gran milagro.

“No teníamos mucho contacto con ellos luego de que nacieran porque estaban en la incubadora. Nosotros no podíamos ni tocarlos y eso dolía, pero era por su bien, la idea era prevenir infecciones” expresa su madre, Rachael.