Christine Burke es una mujer que considera que la maternidad no debe quitarle la independencia a nadie. Por lo tanto, no es motivo para dejar de hacer aquellas cosas que antes de ser madre hacían. Es así que, ella ha escrito un artículo para el portal Scary Mommy, donde explica todo eso. A continuación se los mostramos

“Y ¿Me atreveré a decirlo? He leído dos libros este mes. Y gran parte de esa lectura fue llevada a cabo durante las mañanas, hora en la que mis hijos se despiertan. Y en una ocasión en particular leí tres horas sin parar un domingo por la tarde. Afuera, en una hamaca, con un increíble vaso de agua soda con lima a mi lado bajo la cálida luz del sol. Todos esto mientras la ropa sucia me esperaba en el cuarto del lavado.”

“Como madre me topo con muchas mujeres todos los días que se lamentan que ni siquiera tienen tiempo para darse una ducha o que dicen no poder recordar la última vez que tomaron un libro, y que solían amar la lectura. También las he escuchado decir que no se han comprado nada en años, pero que el clóset de sus hijas era una historia completamente diferente. Cada vez que escucho una de estas frases veo que son acompañadas de una sonrisa y una mirada resignada, casi como si dijeran de eso se trata ser madre, ¿cierto?”

“Lo siento señoritas, pero no estoy de acuerdo ¿Dónde está escrito que las madres no pueden tener algo que sea de ellas? ¿Dónde está escrito que deben dar, dar y dar todo el día, todos los días sin detenerse? ¿Dónde está escrito que las madres deben quedarse vacías en favor de otros?”

“Cuando era pequeña solía mirar el clóset de mi madre y maravillarme con los muchos vestidos y zapatos elegantes que tenía. Me entretenía por horas intentando ponerme sus zapatos, probándome sus vestidos y usando sus joyas. Jugaba en su clóset porque sentía que su ropa era más linda que la mía.”

“El clóset de mi madre era un cofre del tesoro lleno de ropa hermosa que esperaba poder tener algún día. Ella se permitía tener cosas bellas que usaba cuando salía con mi padre. Ropa que no usaba cuando cuidaba de mí y de mi hermano. Ropa que representaba a una madre diferente.”

“Estoy más que segura de que ella nunca se acercó a mi clóset a mirar la ropa que yo tenía. Mi madre me enseñó desde pequeña lo importante que era escapar de la locura del día a día y concederte pequeños regalos de vez en cuando. Un buen corte de cabello. Lo importante que es juntarte con una amiga a almorzar, cuando sientes que estás enloqueciendo y que no podrás soportar ni un sólo día más siendo madre.”

“Ahora, también es cierto que cuando tu bebé recién comienza a caminar o cuando tienes un recién nacido es prácticamente imposible alejarte físicamente para ir por una pedicure. Amamantar, la hora de la siesta y las tardes de juego pueden volver loca incluso a la más cuerda de las madres, pero eso no significa que no puedas regalarte cosas de vez en cuando, incluso si es de una forma extremadamente pequeña.”

“A veces está bien que los niños se coman las galletas rotas. A veces simplemente puede decir que no cuando el pequeño de 6 años pide ayuda para recrear Frozen por la vez número 400 sólo porque lo vio en una revista.”

“Obviamente, tampoco hablo de simplemente olvidarte de tu vida. Como madres, estamos pre programadas para cuidar, alimentar y animar a nuestros querubines. Querer lo mejor para nuestros hijos es parte de nuestro ser, no es necesario decirlo.”

“Sólo me pregunto cuándo fue que decidimos perdernos a nosotras mismas en pro de la mejora de nuestros hijos. Me pregunto en qué punto, como madres, decidimos considerar a los demás más importantes y olvidamos alimentar nuestros espíritus.”

“Porque esto es lo que pasa: Si no cuidas de ti misma, sea física, emocional o espiritualmente; no podrás cuidar de los demás. Punto. Si constantemente te entregas y nunca te llenas de algo que te complete y te haga seguir andando, entonces no les podrás dar lo mejor de ti a quienes más te importan. Y seamos honestos: no existe mujer aquí que no pueda manejar de mejor forma un berrinche luego de una pedicure.”

“Confía en mí: también tengo esos días cuando la vida se pone tan ridícula que es un esfuerzo total intentar sobrevivir el día. No digo que no tengas una vida ocupada. Sólo digo que la locura seguirá estando ahí luego de una ducha de 10 minutos. Así que toma una.”

“El mundo no se acabará si te pones a ti misma como prioridad de vez en cuando. Los niños no sufrirán si te pones acondicionador o te tiñes las raíces. O si lees un libro por 20 minutos. El mundo no se acabará si tus hijos tienen que esperarte para que los ayudes.”

“De hecho, incluso pueden que aprendan a hacer las cosas por sí mismos si se sienten lo suficientemente desesperados. Dicen que la necesidad es la madre de la creatividad, y creo que nunca ha sido más cierto que cuando alguien de casi un metro de alto quiere un snack.”

“Así que ve las cosas de forma diferente hoy. Pide el café más grande. Corre un kilómetro extra hoy, en vez de apurarte en llegar a casa. Hazlo porque te lo mereces. Y porque te lo digo. Y cuando tu pequeño pregunte por qué le tocaron las galletas quebradas, sólo guíñale un ojo y dile Porque soy la mamá.”

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