Resguardados en el anonimato virtual, algunos sujetos dejan mensajes como “suicídate”, “eres un hipopótamo, estúpida” o “te f******* hasta reventarte”, aseguran en el diario El País, donde dieron cuenta de esta preocupante situación.
Louise Orwin, activista y artista feminista que investiga la sociología de la Thinspiration (término que usan las adolescentes para referirse a su ideal de delgadez) y la cultura Pro-Ana (movimiento pro anorexia), señaló que “ahora, con las redes sociales, todo ha cambiado”.
“Cuando era una adolescente mirábamos imágenes de famosas y modelos en las revistas y la televisión, pero, hoy en día, las chicas rebloguean y hacen reposts de imágenes de famosas y chicas desconocidas. Antes eran los medios los únicos que ofrecían los ideales de belleza, pero hoy son las propias jóvenes las que perpetúan estos mitos al reproducir imágenes de ellas mismas en sus blogs”, explicó Louise.
Tras detectar esta tendencia, Orwin se preguntó que estaba motivando a estas niñas. “¿Por qué se abrirían estas jóvenes a tal abuso? Me pregunté si ellas realmente querían saber la respuesta a su pregunta, o si solo buscaban atención. Sentí la necesidad de hablar sobre estas chicas, para debatir sobre ello. Quizá si una artista lo llevaba a cabo a su terreno, la gente podría empezar a ver este fenómeno de otra manera”.
Para indagar al respecto, creó Pretty Ugly project, una campaña donde reflexionó sobre este fenómeno, averiguando en primera persona qué es lo que ocurría.
Fue así como se caracterizó como 3 personas diferentes: Becky, una adolescente rockera, que se maquilla mucho y escucha música emo; Baby, una chica que quiere ser como Britney Spears; y Amanda, una joven que usa lentes y no lleva maquillaje. Luego, subió los videos a Youtube y pidió que juzgaran su belleza.
“Me decían que me suicidase, que era fea o que era una puta, etc. La mayoría de los que comentaban eran hombres, mucho mayores que mis alter egos. Me di cuenta de que el mundo de los comentarios de YouTube es muy misógino”, explicó la activista que recibió más de 4.000 comentarios con su experimento.
En una segunda fase del proyecto, Orwin creó una obra de teatro con fines educativos donde plantea esta problemática y advierte lo peligrosa que es esta tendencia para la salud mental de las chicas.
Louis dice que las redes sociales han hecho que el mundo sea “mucho más complejo para las adolescentes”, porque las autoexigencias no tienen límites.
“Creo que las redes sociales pueden dar empoderamiento a los jóvenes, les da la oportunidad de hablar por ellos mismos y crear un espacio para la discusión. Pero también, al mismo tiempo, le da valor para perpetuar tendencias negativas en la sociedad, especialmente en la forma en la que vemos a las mujeres”, opina.