Desde hace años, a las mujeres se les encomienda la tarea de cuidar la casa y los hijos mientras el esposo trabaja; pero también es verdad que desde hace ya algún tiempo esta idea ha ido cambiando. Hoy en día las madres tienen un ritmo laboral a veces extenuante y además, son las encargadas del cuidado del hogar.

Sin embargo, esta misión de tener dos labores tan importantes a la vez, resulta perjudicial para la salud. Según Katrina Leupp, socióloga de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, “a las mujeres les han vendido la historia de que pueden hacerlo todo, pero la mayoría de los trabajos están pensados para empleados sin hijos”.

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que lleva a sentir tristeza, abatimiento e infelicidad; se pierde el interés en la vida, se tiene dificultad para tomar decisiones, produce agotamiento, inquietud, perdida de apetito y peso; y además de afectarnos a nosotros mismo, afecta también a la gente que nos rodea.

Lo recomendable, es mantener un equilibrio entre la casa y el trabajo, no recargarse de tantas actividades en ninguno de los dos lados, hacer un horario y tener momentos de recreación. Hay que recordar que la salud es primero.