Kaly Sullivan es una madre de familia que ha escrito un interesante artículo para el portal Scary Mommy, donde nos cuenta las razones por las cuales no le gusta que le digan Mami. A continuación te lo mostramos:

“Hay algo que me hace temblar cada vez que me dicen “mami”. Es una de esas cosas que inexplicablemente te molestan, como uñas rasgando una pizarra o el sonido de los tenedores con los platos. Empalagoso. Esa es la mejor forma de describirlo.”

“Todas las noches le agradezco a los dioses de la crianza que mis hijos, que siempre me hayan dicho mamá y que nunca hayan usado “mami”. Mi aversión es un misterio. Siempre escucho mami en el mundo de los niños, y no me molesta para nada.”

“Sin embargo, cuando es uno de mis preciosos niños quien dice esta palabra, siento un temblor recorrer mi espalda y se me erizan los vellos. Para mí, decir “mami” y quejarse genera el mismo tipo de respuesta: Si no te detienes ahora, puede que pierda la compostura.”

“Mis hijos lo saben, y usualmente lo ocupan en mi contra. Cuando están siendo sarcásticos, cuando quieren algo o cuando quieren ganarse el premio al niño más molesto del año usan “mami”, porque saben que tendrán mi atención.”

“Te ayudará leer las siguientes frases con la voz más molesta que puedas imaginar.”

Lo siento, mami, pero cuando tienes que eructar, simplemente tienes que hacerlo.

Mami, comamos M&M de desayuno.

Vamos mami, un minuto más.

“Esta técnica no les ayuda a conseguir lo que quieren. Pero sí hace que mi mandíbula se apriete. No me digan mami.”

“Mami se siente demasiado azucarado y pegajosamente dulce. También se siente condescendiente y lleno de asociaciones culturales que no puedo sacar de mi cabeza.”

“La gente no se toma en serio esta forma de referirse a las madres. “Mami” es algo que podrías en un enterito o para referirte a esa ropa que puedes comprar para que tú y tu hija combinen o tengan la misma prenda.”

“Existe una cierta estupidez y debilidad al respecto que hace que sea desdeñosa. Una mami te dará un abrazo y te dirá lo especial que eres, pero no dictaminará las reglas de la forma en que lo haría una mamá. No te indica el camino correcto como lo haría mamá.”

“Soy muchas cosas pero ¿dulce? Ni siquiera en un millón de años. Puedo acurrucarme y reírme con ellos, pero gran parte del tiempo no soy sentimental y tengo un estilo en el que más bien les exijo que se comporten.”

Simplemente no soy una mami. Soy mamá

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