Un estudio publicado en el Journal of Applied Social Psychology asegura que leer la saga escrita por J.K. Rowling ayuda a que los jóvenes tengan menos prejuicio hacia los grupos minoritarios.

“Hemos realizado tres estudios que arrojan que leer la saga de Harry Potter mejora las actitudes hacia grupos minoritarios (inmigrantes, homosexuales y refugiados). Los resultados tras analizar a escolares en primaria, secundaria y universidad apoyan nuestra hipótesis”, asegura.

De acuerdo a la investigación liderada por Loris Vezzali en la Universidad de Modena y Reggio Emilia, esto sugiere que “leer las novelas pueden ayudar a reducir los prejuicios a ciertos grupos”.

Desde el lanzamiento de su primera publicación en 1997, la serie de Harry Potter ha tenido un enorme impacto en el mundo de la literatura infantil. Aclamadas en todo el mundo, las siete novelas narran las aventuras de Harry Potter, un joven mago, dentro la Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts.

Los libros están llenos de magia, problemas de la edad escolar, amistad, escapes complicados y la antigua batalla entre el bien y el mal como cuando Harry se enfrenta al malvado mago Voldemort una y otra vez. Considerada como un fenómeno literario, la saga de Harry Potter ha sido elogiada por los educadores por su capacidad para mantener a los niños sin despegarse de las páginas. Aunque la serie está sujeta a la crítica con respecto a que toca un tema a menudo oscuro, la investigación ha demostrado que Harry Potter tiene varios efectos positivos en los niños.

Fomenta la lectura

El efecto positivo más evidente de los libros de Harry Potter es el aumento de la lectura entre los jóvenes. Las novelas tienen la extraña habilidad de mantener a niños y adultos por igual leyendo las miles de páginas que componen la serie. En su “Reporte de Lectura Infantil y Familiar 2006” (“2006 Kids and Family Reading Report”), Scholastic recogió datos cuantitativos sobre el efecto que la saga estaba teniendo en los jóvenes lectores. Según el estudio, el 51% de los niños que leen la serie, declararon que no leían por diversión antes de leer estos libros. El mismo estudio indica que el 65% de los niños dijeron que estaban mejorando en la escuela en general, como resultado de la lectura de la serie.

Moralidad y amistad

Un estudio en la “Revista de la Educación Moral” (“Journal of Moral Education”) en 2002 sugirió que la saga ofrece a los niños valiosas lecciones de moralidad y amistad. Al principio de la serie, señala el estudio, la moral es a menudo presentada en blanco y negro. Las distinciones entre el bien y el mal son simples y claras. A medida que la serie avanza, las historias se vuelven moralmente más ambiguas, animando a los niños a reflexionar más en las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto. A lo largo de los libros, la supervivencia y el éxito de Harry con frecuencia se deben a las amistades que ha cultivado y a su toma de decisiones éticas.

El poder del pensamiento positivo

A medida que progresan a través de sus estudios, los jóvenes magos de la historia pueden producir hechizos con solo enfocarse y tener fe en sus habilidades. En el tercer libro, “Harry Potter y el Prisionero de Azkaban” (“Harry Potter and the Prizoner of Azkaban”) los jóvenes magos se enfrentan a una criatura mítica llamada boggart en su clase de defensa contra las artes de la oscuridad. El boggart es un ser maligno que cambia de forma, convirtiéndose en los mayores miedos de la persona que lo enfrenta. El boggart se alimenta del miedo y la ira, por lo tanto, la única manera de derrotarlo es controlar tus emociones y pensar en algo feliz. En repetidas ocasiones a lo largo de las historias, los jóvenes magos se enfrentan a algún miedo y encuentran el poder dentro de sí mismos para superarlo.

Desarrollo del carácter

En Hogwarts, los estudiantes se dividen en cuatro casas: Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. A lo largo del año, las casas compiten por el honor de la Copa de las Casa. De manera individual, los estudiantes pueden ganar y perder puntos para sus casas, construyendo un sentido de responsabilidad comunitaria. Cada estudiante siente el orgullo y la responsabilidad de su respectiva casa. Además, el director de Hogwarts, Albus Dumbledore, sirve como una brújula moral para los estudiantes, haciendo hincapié en que el poder de tomar las decisiones correctas cuando se enfrentan a la adversidad es de gran importancia.