¡No se alarmen mamis! Las peleas entre hermanos no se terminan cuando uno de ellos deja de llevarse a la boca los juguetes del otro, sino que siguen y por lo general no se resuelven hasta la adolescencia.

Cuando los hermanos que tienen entre 4 y 10 años se pelean, los motivos pueden seguir siendo el uso de los juguetes y los celos, pero también aparecen otros que son propios de niños más grandecitos: Quién se baña primero, quién desordenó y quién no, y por ese motivo no quiere guardar, las invitaciones de amigos, uno invita y el otro quiere invitar,etc

A la hora de las penitencias, siempre conviene que sean para los dos, porque la mayoría de las veces es muy difícil saber “quién empezó” o “quién tiene la culpa” y los padres deben evitar todo lo posible ponerse en el lugar de jueces.

Los diferentes permisos que pueden tener los hermanos también suelen ser fuente de pelea y enojo, porque si el de 10 años puede ir solo al kiosco a buscar el diario, el de 4 también va a querer hacerlo.

Por eso un detalle importante para tener en cuenta a la hora de tratar de ser “justos” con los hijos , cuando no queda otra opción más que intervenir en una pelea, es recordar que lo más adecuado no es darles a los dos lo mismo, sino a cada uno lo que necesita.