En ocasiones las relaciones conflictivas de muchos hermanos alcanzan importantes niveles de hostilidad y malestar, que afectan sus vidas y las de quienes les rodean.

Las peleas entre hermanos se convierten en una forma de abuso repetido, inevitable y nocivo, señala el informe ‘Más allá de la rivalidad, el mundo oculto de la violencia entre hermanos’, publicado en The New York Times.

Una investigación dirigida por el sociólogo David Finkelhor, del Laboratorio de Investigación Familiar de la Universidad de New Hampshire, UNH, en Durham ha descubierto que el 35% de los niños participantes en el estudio habían sido “golpeados o atacados” por un hermano el año previo.

“Yo no empecé. Ella me pegó primero”. “Ella arruinó mi juego de PlayStation. Siempre se está metiendo con mis cosas”. “¿Por qué él puede ir y yo no? ¡No es justo!”, son algunas de las frases que suelen escucharse en las peleas de los pequeños.

Consejos para evitar peleas

1.- Tienes que estar atento al mínimo acto de rechazo o egoísmo entre ellos, no hacerte de la vista gorda.

2.- Debes intervenir inmediatamente. Di con firmeza que NO, que los hermanos no se pelean que se tienen que amar.

3.- Según cual halla sido el motivo de disputa: juguete, empujón, insulto, etc, tu debes preguntar que paso y buscar la solución, o directamente explicar si fue un insulto, golpe, etc, eso no se hace.

4.- Todo esto con seguridad de tu parte, que ellos entiendan que lo que hicieron fue grabe y que no se debe volver a repetir. Los niños captaran tus palabras firmes y de amor.