En un partido de los Red Sox de Boston, Ryan (un fan de 12 años) logró atrapar una pelota de béisbol que golpeó en la sección del público de Fenway Park.

Pero en lugar de quedarse la bola para sí, el joven niño se dio media vuelta y le regaló la pelota a la una chica sentada justo detrás de él.

Las cámaras capturaron a Ryan sonriendo después del regalo, claramente orgulloso de su elección, y además la decisión dio sus frutos: le regalaron dos bolas de béisbol como recompensa su comportamiento. Tímido en presencia de los periodistas, dijo que a él simplemente le gusta hacer felices a los demás.

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