El menú de Joshua no es cuestión de elecciones o preferencias, sino de vida o muerte. Según publica el Daily Mail, Joshua sufre esofagitis eosinofílica, una enfermedad que le afecta al esófago que le puede provocar la muerte en caso de ingerir la comida que podría comer cualquier niño de su edad.

Así, Joshua sólo puede ingerir comida de bebé y una estricta dieta médica que se le administra mediante un tubo. Además es alérgico a casi todos los alimentos e incluso a los olores que desprenden la mayoría de los productos.

Su padre Brant asegura que “lo más difícil es que no puede comer lo que comemos”. Por ello, en casa siempre se debe cocinar al aire libre para que los olores no le provoquen ninguna reacción alérgica que pueda ser letal para Joshua.

Su madre, por su parte, no esconde su temor: “no hay minuto que pase que no tenga miedo”. “Cada día que está vivo es un milagro”, asegura.