A veces un pequeño descuido nos puede costar caro como madres. Este fue el caso de Tasha Adams, que tras beber un par de cervezas y a la vez amamantar a su bebé, quedó detenida por la policía.

Todo comenzó cuando Tasha Adams ingresó al Gusano’s Restaurant en Conway con unos amigos y familiares. Sin embargo, al rato las botellas de cerveza empezaron a correr y la mesera Jackie Conners notó que a la vez empezó a amantar y el bebé empezó a ponerse inquieto por la algarabía de la reunión donde participaba Adams.

Al notar esto, Conners no tuvo mejor idea que llamar a la policía para reportar lo visto, pues en Arkansas, lugar donde ocurrió el hecho, es un delito amamantar en ese estado. Por tal motivo, termino siendo arrestada y llevada a la cárcel por poner en peligro a su pequeño hijo.

Sin duda alguna es un anecdótico caso que le costó caro.