Una madre no tuvo otra alternativa que tomar una dura decisión para su pequeña hija, que a falta de oxígeno producto de complicaciones en el parto, originó en la pequeña un paro cardiorrespiratorio, del que saliera luego de algunos minutos de actos de reanimación. Las consecuencias llevaron a que la pequeña nunca respirara por sus propios medios.

La pequeña no oye ni percibe nada, además carece de actividad motriz y no tiene conciencia de su existencia. Hoy, después de dos años de edad, su madre determinó la más difícil decisión al querer “dejarla ir”, luego de un análisis de salud, que a través de este tiempo los especialistas determinaron que la niña se encuentra en un estado irreversible. Según revela la madre, los médicos no deciden qué actitud tomar al respecto, pues “hace falta una ley de muerte digna”, manifiesta la web Contexto.

La muerte por opción es un tema controversial en varios lugares, muchas veces sin esclarecer los desenlaces de tal fatídica decisión. Según informes, la pequeña se encuentra en un estado vegetativo permanente, y a pesar de pasado más de un año, la situación sigue sin varias. Según estipulan tratados internacionales, los padres poseen autoridad para decidir por el futuro de su hija.

Según un estudio del Comité de Bioética en Argentina, la pequeña está en un estado que no es digno de llamarse vida, aquellos casos deben tomarse con cuidado sin judicializarse a través de un acto confidencial entre los propios especialistas, pues c*asos como este se aprecian a diario sin que la gente se entere,* ayudar a la persona a morir es una decisión cuestionable. Ante una muerte que ronda, resulta lícito tomar una decisión ante tratamientos que solo sirven como la continuación precaria de una forma de vida, informó el medio.